Los frigoríficos han evolucionado mucho en los últimos años, tendiendo cada vez más hacia la mejora de su eficiencia energética. ¿El próximo paso? Pues quizá algo del estilo a lo que promete Elio, un nuevo concepto de refrigerador doméstico que no utiliza electricidad para funcionar, tan solo agua.
El sistema de funcionamiento pasa por conectar el Elio a una toma de agua de nuestra cocina y permitir que el líquido elemento circule por un circuito cerrado enfriando durante el proceso el contenido del interior y mejorando la oxigenación del mismo.
Además, incorpora dos compartimentos de barro poroso rellenos de arena y agua que permiten rebajar la temperatura por capilaridad y evaporación, vamos el tradicional "efecto botijo" que en España conocemos bastante bien.
En cuanto a la efectividad y a la capacidad de enfriamiento, según sus creadores puede mantener temperaturas constantes en su interior de en torno a 8 o 10 grados durante todo el año, suficiente para conservar frutas, verduras y bebidas, aunque no para otro tipo de alimentos más delicados como carnes o pescados. De todos modos se trata de un concepto interesante que podría resultar especialmente útil en lugares con problemas de suministro eléctrico.
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