Para los nostálgicos de los soportes físicos, el streaming puede resultar un tanto frío e impersonal. No podemos "tocar" el contenido, todo es virtual y digital.
Pero, ¿y si pudiésemos tener algo más tangible que llevara el streaming hasta un plano más físico, táctil y de algún modo analógico. Esto es lo que pretende Qleek.
Qleek, de lo virtual a lo tangible
Se trata de un concepto sencillo pero potente. Creamos un pequeño pero bonito reproductor multimedia capaz de soportar los archivos de audio y vídeo más populares y reproducirlos de forma inalámbrica (mediante Bluetooth) o a través de un cable HDMI en un televisor o equipo de audio.
Pero a este reproductor, además del clásico puerto USB, le ponemos en su parte superior un receptáculo de forma hexagonal para insertar tarjetas inteligentes, que estarán fabricadas en madera y tendrán un tamaño lo suficientemente grande como para que no pasen desapercibidas.
Precisamente estas tarjetas, denominadas Tapp, son el punto fuerte (a la par que el débil) del conjunto, ya que son personalizables con la imagen que queramos, son magnéticas y se pueden coleccionar en receptáculos con forma de panal de abeja.
Hay que encargarlas vía web, con la foto que queramos y eligiendo el contenido de audio o vídeo al que deseemos enlazar, que será al que el reproductor conectará vía WiFi y que reproducirá en el televisor o equipo de música.
Para mí este es el punto débil del invento, ya que lo ideal sería que fueran una especie de memorias USB o minidiscos duros en los que pudiésemos insertar todos los archivos que quisiésemos y no tener que estar conectados continuamente a Internet para reproducir el contenido.
Precio y disponibilidad
De momento Qleek es un concepto que busca financiación en Indiegoo, así que ni las especificaciones ni el diseño serán los definitivos. ¿El precio? Pues unos 200 dólares con el reproductor y 5 etiquetas. Cada etiqueta personalizada adicional costará 6 dólares.
Más información | Qleek
